¿Cuántas veces nos hemos topado con situaciones muy fuertes en donde la confianza ha sido sacudida?
Hoy en día y sin el afán de criticar a los esfuerzos ajenos, existen grupos que protegen a diversas causas pero difícilmente se encuentran grupos en los que los valores sean los principales pilares. En una sociedad tan distraída como en la que estamos viviendo esto no sólo es vital para la convivencia social sino para la supervivencia humana.
Tristemente cada vez más nos topamos con casos lamentables en donde niños y jóvenes se ven violentados no sólo por terceros sino por ellos mismos. Como padres inexpertos que somos cometemos muchos errores y muchos de ellos llegan a ser irreparables. Es por eso que debemos de estar muy conscientes y acercarnos lo más que se pueda a una vida con valores.
La confianza es un valor del que podría escribir un libro entero. Pero trataré de ser breve en este blog. En esta semana nos tocó estudiar sobre dicho valor en la escuela de mi hija y esto fue lo que compartimos con los pequeños, bajo la dirección del departamento de psicología:
Confianza es:
Ser honesto
Cumplir Promesas
Guardar los secretos BUENOS de los demás
Ser responsable
Respetar a tus amigos y familiares
Escuchar a los demás
Confianza es creer que tú lo puedes hacer
Curiosamente si separas la palabra Con-fianza te encontrarás que una fianza es otorgar un objeto de valor para asegurar el cumplimiento de una obligación. Al recibir la confianza de alguien, tienes que ser consciente que esa persona te está brindando algo de mucho valor y estas obligado a ser responsable y cuidarlo.
Ahora, todos sabemos que es importante cuidar la confianza. ¿Pero qué tan preparados estamos para poder ponerla en práctica si muchas veces como padres no sabemos como cultivarla?
Cruzamos límites pasando situaciones disfrazadas de "inofensivas" dañando directamente a la confianza de quien te la brinda. Me parece que el mundo se volvió tan flexible que le ha restado importancia a este valor fundamental. El no pasa nada ha ocasionado que pase de todo, los divorcios a la alza, las malas noticias disparadas, los casos más horrorosos nos invaden en redes sociales y ninguna persona está exenta de ser víctima de las circunstancias actuales. Pero no pasa nada ¿Verdad?
Recordemos que el ser humano es social por naturaleza y necesita convivir. Lo ideal sería hacerlo en armonía y perfecto balance, pero para eso se requiere aprender a vivir la confiabilidad, cuando eso pase las cosas cambiaran para bien.
Necesitamos ver las cosas desde la pureza de los niños y olvidarnos de términos complicados, recordar que la fórmula no es ningún secreto sólo está en repetírnosla todos los días a cada momento.
Sé honesto
Cumple Promesas
Guarda secretos BUENOS de los demás
Sé responsable
Respeta a los demás
Escucha a los demás
Confía que lo puedes hacer
Hay facetas en las que uno flaquea, especialmente las mamás. Porque usualmente somos las que dejamos a un lado muchas cosas por amor a nuestros hijos, por amor a nuestras familias y por amor a los demás. El trabajo más duro del mundo es ser mamá porque es en el que usualmente fallas más, en el que eres la mala o en el que dejas de confiar en que lo puedes hacer. Y les digo yo que en este momento escribo mientras mis hijos duermen tranquilos, después de todo un drama en el que mi hija me dijo que es el peor día de su vida porque no la llevé al parque. ¿El peor día de su vida? La verdad espero que realmente lo sea y nunca tenga que pasar por uno que la llegue a lastimar de verdad.
Confianza es la flor más delicada y preciada del mundo, es nuestra obligación protegerla de cualquier amenaza interna o externa. Es nuestra responsabilidad como padres que aunque no seamos el mayor ejemplo de confiabilidad aprendamos con nuestros hijos a practicarla diariamente juntos porque sólo así les dejaremos un legado de armonía y bienestar, sólo así combatiremos las malas noticias y las malas generaciones.
Así que si la próxima vez te piden dar una clase de valores en la escuela de tu hijo, tómalo enserio porque tus palabras y acciones están tocando un corazón puro que definirá el destino de nuestro mundo.
Te regalo esta bonita actividad a la que llamamos la "confianza saltarina" que puedes hacer en el salón en tu próxima visita.
Material
Pelotitas de colores de goma de tamaño o esferas de unicel tamaño de un limón
Pintura blanca o Corrector blanco
Cucharas
Instrucciones para la elaboración del material
Pinta una letra a cada una de las pelotitas con la pintura blanca o el corrector para formar la palabra confianza. Sino encuentras pelotitas de colores puedes utilizar esferas de unicel pequeñas.
Instrucciones del Juego
Haz equipos de acuerdo al número de alumnos del salón de tu hijo, pueden ser de 5 o 10 dependiendo el número de niños y las pelotitas que hayas conseguido. Cada uno colocará una cuchara en su boca y sobre la cuchara una pelotita pequeña, por higiene y salud asegúrate que cada niño tenga una cuchara y no la comparta. El objetivo es trasladar de una mesa a otra cada una de las pelotitas con letras hasta formar la palabra confianza.
Aprendizaje
Cuando los niños experimenten la actividad se darán cuenta que es difícil mantener la pelotita y a muchos de ellos se les caerá. Cada pelotita representa una acción como el ser honestos, responsables, respetuosos, ser buenos escuchando y confiar en ellos mismos. Se darán cuenta que llevarlas a cabo muchas veces no es fácil pero una vez que lo realicen con éxito tendrán un gran tesoro que hay que proteger, porque aún con las pelotitas construidas una sacudida fuerte y pueden descomponer a la confianza que tanto trabajo les costó construir.
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